Consejos para ahorrar en una PYME

Según datos del informe de febrero de este año del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, en el año 2016 España contaba con 3.232.706 empresas, de las cuales 3.228.747 son clasificadas como PYMES. Esto representa que el 99,88% de las empresas del país son de pequeño y mediano tamaño. Una cifra nada desdeñable.

Estos datos reflejan la indudable importancia que tienen las pequeñas y las medianas organizaciones en el tejido empresarial de España. Sin embargo, sacar adelante a una pyme no es tarea fácil y no son pocos los problemas a los que debe enfrentarse un/a empresario/a cada día y buscar estrategias para ahorrar costes.

Uno de los grandes retos que debe afrontar es el saneamiento de las cuentas, que en muchas ocasiones se relaciona con la gestión de la propia empresa. Por ejemplo, la mayor parte de las empresas españolas no son conscientes de los consumos conocidos como fantasmas.

Este tipo de gasto es energía que se despilfarra sin darnos cuenta: pantallas que están encendidas y no se usan, dejar el aire acondicionado más tiempo del requerido, luces de posición innecesarias o un sinfín de aparatos que se quedan enchufados en modo stand by y que siguen gastando energía. Actuaciones como esta podrían suprimirse y ahorrar, en consecuencia, hasta un 20% en energía.

5 medidas para ahorrar en tu negocio

1. Establece estrategias

Crear estrategias es clave para poder optimizar el dinero con el que se cuenta y no malgastarlo en acciones que se alejan del objetivo principal. Esta parte es muy importante, ya que el capital con el que se cuenta es limitado.

Se deben fijar unas metas medibles para así poder corregir posibles desviaciones al final del ejercicio económico. Esto te permitirá tener una visualización global de la empresa y un mejor control de todos los aspectos que afectan a la compañía, para así Identificar problemas, descubrir posibles soluciones y llegar a nuevas ideas de manera más fácil.

2. Súbete al carro de la tecnología y de la innovación

Algunas PYMES no perciben lo tecnológico cómo un factor competitivo o diferencial que les permita crecer o sobresalir sobre el resto sus competidores. Esto es un error que se debe cambiar, ya que diferenciarte de la competencia y aportar cosas nuevas a tus clientes siempre te dejará ir un paso por delante y sumar puntos frente a otras empresas de tu sector.

En ocasiones, invertir en tecnología puede suponer un desembolso inicial que puede suponernos un esfuerzo, pero a la larga nos puede resultar muy rentable. Siempre que puedas, recurre al pago único para evitar comisiones e intereses. Si no dispones de liquidez, siempre puedes optar por el alquiler de maquinaria o equipo.

Hoy en día son muchas las pymes que han apostado por mejorar e innovar, de hecho según datos de CEMAD en el 2016 el 73% del empleo generado en España proviene de este tipo de empresas, pero no cabe duda de que hay que animarlas a que crezcan y abran sus fronteras, ya que esta es la clave para su supervivencia.

3. Refuerza la comunicación online

Utilizar el e-mail y mensajería instantánea como forma de comunicación con empleados, clientes y proveedores, puede suponer un ahorro del que quizá no seamos conscientes. Por ejemplo, siempre y cuando no sea estrictamente necesario, utilizar la opción de videoconferencia para convocar reuniones o entrevistas supondrá un medio perfecto para ahorrar costes de transporte y además, de tiempo.

4. Acércate al consumo colaborativo

Es una buena manera de reducir las facturas a final de mes. Hoy en día son muchas las compañías que están optando por compartir algunos gastos cómo el agua, limpieza o servicios de catering. Hay edificios de oficinas destinadas a que se lleve a cabo esta actividad con el fin de que las empresas puedan ahorrar en su consumo. Sin duda el coworking está en auge y está muy presente en edificios preparados para ello.

5. Estudia externalizar actividades en las que no seas experto

Hay a quienes les cuesta mucho tomar esta decisión pero en muchas ocasiones sale más económico la externalización de algunos servicios. Cómo por ejemplo las centrales de callcenter.

Hay ocasiones que nos resulta más caro llevar una actividad que contratar a una empresa externa que ya la realiza. Normalmente estas empresas pueden ofrecer un precio mucho más competitivo al dedicarse íntegramente a esas actividades.